viernes, 29 de junio de 2012

¿HASTA CUANDO?

Tres yukpas más secuestrados 
y asesinados

Por: Sociedad Homo et Natura.23.06.2012

Alexander Fernández Fernández, su hermano José Luis Fernández Fernández y Leonel Romero fueron secuestrados hoy sábado 23 a la una de la mañana por varios encapuchados con dialecto colombiano, dos entraron al rancho con pistolas en manos y otros se quedaron afuera ubicados en tierras recuperadas del antiguo Parcelamiento Las Flores, en el mismo lugar donde el 19/12/11 parceleros mataron a Darío Segundo García Fernández primo de Alexander y José Luis e hirieron a dos de sus hermanos, uno de ellos quedó inválido cuando fue operado en los intestinos.

A las 2 AM fueron hallados por sus familiares asesinados José Luis y Leonel, y herido con tiros en los ojos a Alexander Fernández Fernández. Se espera más enfrentamiento entre Yukpa y campesinos de Las Flores y La Estrella en pocas horas.

Las familias de las víctimas acusan a ganaderos y parceleros que operan en conjunto a través del sicariato colombiano en la zona por su política jurada de recuperar sus haciendas y parcelas recuperada por los Yukpa, y que el Gobierno se niega a ordenar la cancelación de sus bienhechurías, 
que los Yukpa y ganaderos dicen que no son 25 sino una cincuenta y más de 100 parcelas invasoras de campesinos criollos y wayuu. Entre ellas la hacienda El Capitán.

Desde hace dos meses encapuchados en el Tukuko, zona aledaña de los parcelamientos Las Flores y La Estrellas, vienen asaltando a los Yukpa para despojarlos de su dinero y pertenencias, en este mismos meses un hijo de Sabino fue amenazados de muerte en las afueras de Machiques, en el sector La Morena por jóvenes hijos de parceleros criollos de los fundos recuperados de los parcelamientos Las Flores y La Estrellas, le dijeron que su padre y los Yukpa les arruinaron sus vidas y sus fundos, que por culpa de ellos y del Gobierno ahora viven pobres en Machiques, sin tierras.

La derecha ganadera se ha unido con los dirigentes y parceleros odiadores de los Yukpa para desarrollan jornadas radiales y en televisoras privadas en Machiques criminalizando a los Yukpa, exponiéndolos de esta manera a ser víctimas de cualquier acto vandálico en su contra. La zona del Tukuko ha quedado bajo el poder del hampa y el secuestro bajo la mirada cómplice de la policía municipal y regional.

Así como Selaya y Lugo, el Gobierno de Venezuela no se debe dejar entrampar por la derecha colombo venezolana que opera en el municipio Machiques de Perijá. Estas acciones no es sólo contra el pueblo aguerrido Caribe Yukpa, es contra la Patria, el Gobierno, y el pueblo venezolano.

El llamado es para solicitar de inmediato:
1.- Una averiguación policial por parte del Gobierno nacional, regional y municipal en función de determinar quienes ejecutan y financian en esta zona fronteriza con Colombia los robos, las detenciones, los secuestros y asesinatos contra los Yukpa, ahora en este caso concreto a los dos hijos de Anita Fernández y del tercer Yukpa secuestrado y asesinato de apellido Romero de la comunidad Caraquita del sector Kasmera.

2.- Y por otra parte la Fiscalía y el CICPC rindan información de los resultados obtenidos a cerca de su actuación para determinar quienes asesinaron el 14 de abril de 2012 a los dos Yukpa Wilfrido y Lorenzo Romero en el sector ganadero Gil Blas aledaños al parcelamiento La Estrella.

PD: a mediados de la mañana falleció el yukpa herido: Alexander Fernández, el joven que estuvo preso con Sabino… Tenemos que estar mosca. A Sabino lo tienen cercado en Chaktapa,,, No queremos una Palestina en la Sierra de Perijá.

¡JUSTICIA! ¡Tierra pal Indio!... 
¡Que todo el mundo lo sepa! 
Pásalo, no seamos cómplices del silencio mediático,
ya van 5 yukpas muertos en menos de tres meses…



Anita, cacica de Kuse, 
tierra recuperada por ella junto a sus hijos y vecinos, 
madre de Alexander y de dos yukpas 
asesinados impunemente este año.


Breve carta a la ministra Nicia Maldonado, a propósito de la masacre en tierra yukpa

Por: María de los Ángeles Peña. 24.06.2012.


Sabemos, nosotras mujeres de esta tierra, hijas de la luna y del sol, que desde hace tiempo ya los bachacos del poder, la impunidad y el olvido comieron tus raíces, aquellas que han debido florecer para recordarte la gran tarea histórica de acompañar a los pueblos indígenas de Venezuela en sus gritos de tierra, salud, justicia.
Te empeñaste con Sabino Romero. Lo ignoraste cuando fue a pedir apoyo en las puertas de tu despacho. De allí en adelante te has dedicado a vilipendiar la lucha por la tierra, a acusar los aliados de contrarrevolucionarios y sobre todo no has escatimado esfuerzo ni recursos para dividir al pueblo yukpa entre funcionarios del ministerio y “salvajes” que según tú ,son los que están manipulados.
Siendo inocentes Sabino Romero y Alexander Romero fueron a la cárcel. Soportaron meses sin ver luz de día, bebieron agua sucia hasta vomitar y defecar sangre, sus familiares soportaron vejaciones por parte del ejército y guardias de seguridad cuando iban a las visitas en sus celdas privados de libertad, sus compañeras, madres, esposas tuvieron que aguantar el irrespeto de los hombres que les requisaban sus partes íntimas burlándose de su dolor. De lo contrarió, no las dejaban ver a sus presos. Y siempre, aun y cuando mucho pudiste haber hecho para demostrar su inocencia, nada hiciste para que la verdad saliera.
El pasado mes de abril, dos hermanos yukpas fueron asesinados en plena jornada de cacería. Ayer, sicarios apagaron la vida de tres hermanos más. A Alexander Romero, el fuego de las balas les atravesaron sus ojos, los mismos ojos que te negaste a ver. Estará quizá con su creador Kemoko, ojalá atravesando la Sierra con su compañera asesinada también estando aun embarazada.
Nos indignamos ante tanta injusticia. Y nos indignamos mas al saberte tan ajena del dolor del pueblo yukpa. No te solicitamos ningún pronunciamiento porque sabemos que tu árbol está sostenido por la colonialidad del poder que has heredado y que has expuesto como la mejor de las alumnas.
Solo tu conciencia la veras al verte desnuda sin cargo, sin título, sin asistentes, solo tu conciencia…mientras tanto sé, sabemos que nada hiciste. Nada dijiste. Nada dirás.


Alexander Romero


Sabino Romero

jueves, 28 de junio de 2012

De diez tiros en la cara, asesinado dirigente campesino del frente Jirajara en La Costa Oriental del Lago


Por: Aporrea TVI


Sucedió el miércoles 20 de junio, salía de su casa a las siete y media de la mañana y ya no volvería, deja viuda y cuatro hijos. Luego de ser emboscado por cuatro hombres en dos motocicletas José Rios Pichardo quedó en el suelo inerte, sin vida y comenzó a formar parte de una estadística que no entendemos y nos negamos a aceptar pasivamente, la estadística de los dirigentes campesinos asesinados en tiempos de Revolución, sin que hasta el momento este fenómeno hasta donde conocemos, haya sido tratado como lo que es, un asunto de Estado y de Seguridad Nacional.
Están matando a nuestros dirigentes campesinos, a los que luchan por la recuperación de las tierras en manos de terratenientes y no observamos una acción contundente del Estado para detener esta serie de asesinatos que se acercan a los trecientos. Guardar silencio, permanecer callados ante semejante situación, no puede, ni debe ser política de un Gobierno Revolucionario, de un Pueblo Revolucionario.
Es hora que enfrentemos este flagelo de forma mancomunada, con el poder coercitivo del Estado y La Inteligencia Social, utilizando todos los recursos disponibles y si no son suficientes, crear los necesarios, a fin de poner punto final a esta serie de eventos donde nosotros ponemos las víctimas y no aparecen culpables, ni materiales, ni intelectuales.
Tiene la palabra el Gobierno Nacional, el Pueblo Organizado, El Poder Popular, estamos en el deber de proteger a nuestros ciudadanos, a nuestros dirigentes campesinos, es hora de reaccionar y detener esta barbarie. Viviremos y Venceremos.


¿Otra vez oiremos decir: “No supimos cuidar al hermano”?

Por Ana Gonzalo Jaurena. 24.06.2012


Difícilmente podríamos olvidar aquella expresión en boca del presidente Chávez ante la muerte de Danilo Anderson. Y seguros estamos de haber escuchado en labios del para entonces Ministro de Interior y Justicia la promesa de que el pueblo conocería la identidad de los asesinos del fiscal. Entonces, desde todos los rincones de nuestro territorio y en el ámbito internacional, se alzaron voces condenando este acto que derivó en un verdadero cangrejo policial y del cual hasta la fecha sólo tenemos conjeturas.
Y aunque la muerte del joven fiscal -por sus características y la forma en la cual ocurrió- parecía haberse ganado con creces ese interés, todo el que se considere revolucionario debe convenir que no menos digno de atención es el asesinato sistemático de un número significativo de líderes sociales, indígenas, campesinos y trabajadores quienes han caído y continúan cayendo en medio de sus luchas ante la más absoluta impunidad por parte de los órganos jurisdiccionales del Estado venezolano.
Sin embargo, nada puede producirnos más vergüenza que la situación de injusticia que todavía seguimos perpetuando contra nuestros pueblos originarios.
El impacto de nuestra cultura mestiza con la forma en que los pueblos originarios se relacionan con la tierra, todavía causa estragos no menos lamentables que en el pasado. La tierra, que para estos hermanos era lugar sagrado para vivir armónicamente con la naturaleza, se convierte ahora en codicia para el hacendado, los mineros, la acción mezquina e individualista de ciertos yukpas que asumieron los vicios del mestizo, y lo que es peor, para un Estado que necesita -bajo las mismas estructuras y lógicas del sistema capitalista- darle al resto de la población “la mayor suma de felicidad posible”.
El conocimiento de la situación de la demarcación de la tierra que la mayoría de los que habitan las ciudades posee, se circunscribe en la creencia de que es un logro del gobierno revolucionario en el proceso de hacer justicia histórica con nuestros pueblos originarios. Pero lo que la gran mayoría de nosotros ignora son las condiciones en que estos procesos ocurren.
Resultan tan graves los problemas que afrontamos al intentar relacionarnos con nuestros pueblos originarios que hasta cuando creemos “ayudar” al hermano indígena, le dañamos. Algunos inconscientemente, otros miserables, con plena consciencia y con el deliberado propósito de obtener prebendas en la relación con el indígena y sus causas.
Sabino Romero, un líder yukpa que continúa la resistencia de sus ancestros para preservar la cultura y la vida de su pueblo, llega una vez más, a mediados de mayo con su familia a la capital administrativa de un territorio que una vez fue un espacio habitado por caribes, valientes y aguerridos, a decirnos que los están matando, y que muy probablemente el próximo muerto sea él.
Ha visto morir a su padre, hijos, nietos, y a un número significativo de familiares y amigos por el simple delito de la dignidad. Sabino y su gente nunca han sido canjeables por dinero o por limosnas del mestizo, y por eso, por constituirse en traba para que saqueen su territorio -que es el pulmón de resistencia con que también nosotros seguimos respirando- lo peor del hombre mestizo clama por su exterminio.
La lucha de Sabino no es distinta a nuestras luchas. Sólo varía el escenario. 
En lo que va de año, han sido asesinados cinco compañeros. Las muertes más recientes, las de Leonel Romero, José Luis y Alexander Fernández, se suman al asesinato del dirigente campesino del movimiento Jirajara, Ramón Díaz, y al de Ragid Samán, hermano de Eduardo Samán, ocurrido en circunstancias que parecieran alejarse de las prácticas de la delincuencia común.
Ninguno de estos hechos ocupó el centimetraje mediático de los medios de comunicación: privados, públicos, y los ahora llamados alternativos. Ninguno aglutinó la opinión pública nacional e internacional ni sostuvo durante mucho el interés de la comunidad organizada (pueblo, organismos de investigación  y juristas) como el caso de Danilo Anderson. Sólo guardan con él la similitud de la lucha contra intereses poderosos e inescrupulosos y la impunidad. (¡Y es que pareciera que hasta nosotros ya vamos acostumbrándonos a poner siempre los muertos y a que esto parezca totalmente normal al orden social en el cual vivimos!)
En Machiques, en tierras de Sabino no se sabe, por ejemplo, de la realización de pesquisas policiales frente al caso del asesinato de los dos hermanos yukpas ocurrido en abril. Y en el resto de los asesinatos perpetrados contra campesinos y líderes sociales, ya parece normal que estos ocurran sin que sepamos a ciencia cierta quién o quiénes están detrás de cada uno de estos actos – o detrás de todos ellos- los cuales ocurren en forma cada vez más sistemática.
Permitir que esta peligrosa situación ocurra en un país -y en un país en donde nos vanagloriamos de levantar la bandera del socialismo- resulta ser desde todo punto de vista un contrasentido. No sólo los hechos revelan la disfuncionalidad del sistema, sino que también nuestras actitudes frente a él reflejan el avanzado estado de descomposición institucional en el cual nos encontramos.
Existen razones suficientes para considerar que estos hechos parecieran estar dirigidos a debilitar a los que luchan individual o colectivamente y, tomando en consideración esta larga lista de hechos, no sería del todo descabellado pensar que existe un plan de exterminio de las luchas populares en Venezuela.
Ninguno de los que creemos en la posibilidad de construir sociedades más justas podemos permanecer impasibles mientras nos matan a un compañero. No es lógico que fragmentemos las luchas y andemos clamando por reivindicaciones sectorizadas con nuestros oficios, profesiones, predominancia étnica, o pertenencia a grupos vulnerables. Necesitamos unirnos en una sola voz, una voz que le exija al Gobierno Nacional la investigación eficiente y efectiva de estos hechos, la identificación de los vínculos que pudieran existir entre el sicariato contra líderes populares, la criminalización de las protestas y la impunidad en la cual, en forma cada vez más recurrente, incurren los organismos jurisdiccionales del Estado venezolano con la anuencia tácita del mismo Gabinete Ministerial.
No podemos ser indiferentes ante lo que pareciera ser una silenciosa conspiración en contra del espíritu libertario de la revolución bolivariana.
¿Hasta cuándo tanta impunidad, tanto silencio,
tanta indiferencia?
Abandonar el silencio es detener la conspiración.


Caricatura de Samuel Bravo (2007)



viernes, 15 de junio de 2012

¡Mosca con las restitución de las juntas parroquiales!


¡A conformar nuestros gobiernos 
parroquiales autónomos!

Por: equipo editorial

Nuestras instituciones, así como el mismísimo partido de gobierno, viven actualmente su crisis política más severa desde 1999; una crisis que toma sus raíces en la mala administración de los recursos públicos, la corrupción y el autoritarismo y que se traduce por un altísimo nivel de descontento y de desmoralización por parte de amplias franjas de la población. Estas consecuencias representan el caldo de cultivo para cualquier tipo de manipulación política por parte de factores sociales oportunistas: fascistas (rojos y azules), delincuencia organizada, partidos de derecha, cogollos corruptos o fundamentalismos religiosos. Pero este colosal descontento también permite que surjan alternativas sociales y políticas que beneficien al colectivo. Una de ellas es la construcción de gobiernos parroquiales autónomos.

Es un hecho comprobado y compartido por una gran parte de nuestra población de que la vieja institucionalidad, intacta bajo la Va República (e incluso reforzada), no permite realizar lo que viene anunciando nuestro Presidente Chávez desde hace 13 años: la transferencia del poder al pueblo. Nuestra institucionalidad es cada vez más burocrática, excluyente y autoritaria, y nuestros funcionarios son cada vez más ineficientes y corruptos. Por lo tanto, hay que crear algo nuevo. Es hora de crear un nuevo poder, contrapuesto al poder existente, al poder constituido. Es esta nueva organización social la que debe salir de nuestras fials, de las filas de las comunidades. 
Y en primer término, lo que debe ser transformado, en nuestras ciudades, es la estructura del poder político dentro de la parroquia que, después del barrio, del bloque o de la cuadra, representa la unidad urbana más pequeña. Es decir, debemos crear un órgano de gobierno de proximidad mediante el cual podamos ejercer nuestro poder real, como colectivo, en función de decisiones concensuadas y de nuestras reales necesidades. ¿Cuales son las características de este nuevo poder que debemos crear? Debe ser propio, autónomo, es decir no depender del poder estatal ni responder a intereses ajenos a los de la mayoría. También debe ser horizontal, y no piramidal ni jerárquico, para poder ser democrático. Además, debe ejercerse mediante un gobierno de porximidad y, por lo tanto, ser itinerante, pues no todos los habitantes de una parroquia se concentran en un solo punto geográfico. Debe ser incluyente, es decir integrar toda la diversidad de tendencias, visiones, actividades de la población y organizaciones en esta localidad: trabajadores, indigentes, delincuentes, jóvenes, estudiantes, amas de casa, consejos comunales, grupos culturales, comités de tierra, etc. Y, finalmente, debe ser transparente, es decir contar con un órgano de control permanente. Este nuevo órgano de poder local lo podemos llamar auto-gobierno parroquial, o junta de auto-gobierno parroquial o como lo llamemos. Lo cierto es que él es quien deberá dictar la política general de la localidad en todas las áreas de la vida pública (programa general de gobierno y planes de ejecución de este programa: proyectos, diagnósticos, prioridades, etc). No habrá ninguna institución que esté por encima de este auto-gobierno parroquial (siempre y cuando esté conforme con nuestra Constitución).

La emergencia de empezar a construir este nuevo poder se justifica por cuanto se hace cada vez más insistente la información según la cual serán restituidas las antiguas juntas parroquiales. Debemos estar listos para enfrentar esta eventualidad. ¿Qué son las juntas parroquiales? Insituciones creadas por el Pacto de Punto Fijo para perpetuar la hegemonía de los partidos, del tráfico de influencias, de los círculos de poder y de la corrupción en las localidades. De esta manera, el sistema de reproducción del clientelismo estuvo blindado durante muchos años. Bajo el varniz descentralizador y democrático (las juntas parroquiales eran elegidas de forma directa y secreta), Acción Democrática y COPEI garantizaron, de esta forma, la perpetuación de su control político sobre la unidad habitacional más pequeña después del barrio: la parroquia. La junta parroquial reprodujo los mismos vicios que las alcaldías, para garantizar, precisamente, que el estado se mantuviera en manos de las mismas mafias de toda la vida y que el ejercicio del poder se mantuviera fuera del alcance del soberano. La realidad que vivimos los venezolanos durante los casi 30 años de existencia de las juntas parroquiales fue desoladora: antros de ineficiencia sin precendente, las juntas parroquiales siempre fungieron como muros de hermetismo, de burocracia y de maltrato cada vez que hemos tenido que acudir a ellas. En vez de ser gobiernos de proximidad, se han caracterizado por ser laberintos de inoperancia, diseñados como tales. Sin recursos propios, no han servido sino de deplorables correas de transmisión de los proyectos comunitarios y solicitudes de los parroquianos, arrastrando los mismos vicios que las alcaldías, de las que eran dependencias. Recordemos que nuestros Estados Latinoamericanos han sido diseñados para ser monstruos de ineficiencia y de corrupción, fácilmente manipulables por las potencias económicas del mundo para sustraernos las materias primas que necesitan a un mínimo precio. Estados ineficientes, corruptos y represivos eran los prototipos ideales para chuparnos la sangre por los siglos de los siglos.
Por lo tanto, pudiéramos colocar al frente de nuestras juntas parroquiales a hombres y mujeres moralmente impecables, irreprochables, pero de nada serviría. La misma estructura constituye una camisa de fuerza que vuelve a los miembros de estas juntas totalmente inoperantes. Por lo tanto, es de gran urgencia construir nuevas formas de gobierno local, ante el inminente madrugonazo que están cocinando las mafias partidocráticas (pertenecientes, por cierto, tanto al partido de gobierno como a los de oposición), aliadas con cogollos judiciales: la restitución de las juntas parroquiales. Debemos destruir el orden viejo y construir nuevas formas de poder que nos permitan auto-gobernarnos, de acuerdo a nuestros intereses colectivos y a nuestras reales necesidades. Recordando las palabras del coloso ruso Mijail Bakunin, “seamos realistas: ¡exijamos lo imposible!”.


Ilustración: Samuel Bravo
(detalla de portada de Pólvora en la calle, número 3, agosto de 2003)

Organización con más años de trabajo social en la parroquia La Pastora

Por: Zaida Mujica, miembro de la comunidad de Puerta de Caracas y del Colectivo Cultural Toromayma

En La parroquia La Pastora, afortunadamente todavía contamos con nuestros amigos de cabello blanco, los cuales comenzaron muy jóvenes, pero muy jóvenes,  la lucha por proteger lo que consideramos nuestro,  es por ello que hoy son un referente vivo, nuestra JUNTA DE CONSERVACIÓN Y PRODEFENSA DE LA PASTORA, impulsada por nuestro recordado Doctor Adolfo Blanco Adrianza quien en los años setenta ya comprometido con ese sentimiento de sembrar conciencia en el pastoreño prestaba su casa (de San Vicente a Medina, frente a la escuela Vaamonde, Centro Cultural Gustavo Meyrink) en función de que se dieran unas cátedras de ecología con respecto a los valores naturales de nuestra parroquia. A este hermoso recuerdo le debemos a que hoy por hoy todavía quede gente que acompañó e impulsó tan bello sueño, como son su Junta Directiva, conformada por las queridísimas hermanas Millán y su presidente el General Simón Figuera Pérez quien a pesar de no vivir en la parroquia mantiene su preocupación demostrando tristeza cuando ve el deterioro de la misma, más, aproximadamente unos 15 miembros de diferentes sectores que se reúnen todavía con el tema “¿que podemos hacer con los problemas que aquejan a nuestra parroquia?”;  todo esto para decir que es lamentable que las personas que asumen cargos de gobierno en nuestra parroquia, que deberían facilitar la ejecución de los proyectos emanados de las comunidades pastoreñas, no se apoyan en tal referente y hagan caso omiso de tan buen ejemplo y tan bella historia; está aquí la crisis organizativa que atraviesa hoy nuestra parroquia liderizada por gente que no le duele nuestras luchas o no les interesa. El movimiento revolucionario más preciado que ha tenido la misma se dio en los años setenta cuando gente de todos los partidos, de todas las religiones, de todas las herencias extranjeras, de todos los colores, del casco histórico o no, se reunió con una sola visión: la de impedir que convirtieran a nuestra parroquia en una jungla de cemento como lo es hoy la parroquia San José del Ávila, quien no continuó su lucha y miren lo que es; esto para decir que nosotros también, de no haber sido por ese sentimiento que hoy está en decadencia, estuviéramos llenos de edificios y de pronto ni para el beneficio nuestro. Hago un llamado al alto gobierno a meter la lupa en La Pastora. Aquí los grandes proyectos no se concretan, no hay un proyecto que termine tal como fue aprobado, ni ningún dirigente de los que hoy se definen rojo-rojitos que nos permita denunciar tales irregularidades dentro de la parroquia. Por eso acudimos a este nuestro medio, para que sirva de mediador o conscientizador, ante tal amenaza para nuestros valores, los cuales son bastantes y muy diversos. Señores del alto gobierno, el equipo político de La Pastora miente cuando dice que aquí todo está bien, eso es falso, queremos que nos den explicación sobre proyectos que manejan ellos y no se concretan. Por ejemplo, el traslado de la Escuela Albertina  Andressen al antiguo galpón de Ipostel (El Polvorín) recurso que ya fue bajado hace dos años, depositado en el Consejo Comunal Casco Central II  y que no se dice nada de tal proyecto; la culminación de la restauración del Ambulatorio José Izquierdo frente a la Plaza Andres Eloy Blanco (Plaza del Polvorín) y muchísimos más…

La movida en la instalación del Consejo Patriótico Nacional de Cultura



Por: Marco Ernesto Rodríguez

Es público y notorio la "verborrea demagógica" de Pedro y Blanca, en sus discursos de auto-conmiseración sobre el individualismo, la idiosincrasia del venezolano y lo difícil de manejar el "sector" cultura. Es precisamente por aquello de que "por la boca muere el pez" que debemos conocer y salirle al paso  a los 6 puntos propuestos por el Ministro para contra-argumentar  desde el punto de vista de los creadores, de los luchadores sociales comprometidos con las transformaciones sociales (llámese revolución Bolivariana, como proyecto, dentro de una estructura capitalista). Blanca Eekhout al parecer recibió posteriormente un jalón de orejas desde el PSUV porque en un acto en la Casa del Artista entregando algunas pensiones de vejez dijo todo lo contrario que “el venezolano no es ni flojo, y su idiosincrasia del “cuánto hay pa eso” es un mito que se le quiere achacar.
Los burócratas del Estado en materia de cultura, nunca han querido debatir, tienen miedo a pensar, van a los foros y asambleas a aprobar ideas, que se transforman en mediocres líneas propagandísticas sin imaginación política que han se han puesto de acuerdo antes para imponerlas, "y que" democráticamente. La oferta de construcción  del socialismo, es remplazada por la entrega de bienes materiales, el llamado "salto de talanquera" se produce cuando un militante del PSUV u otro partido del Polo Patriótico no recibe lo prometido o quiere más casa, nevera, TV, sueldo jugoso, carro y otros tantos privilegios materiales. No se entiende que antes (o simultáneamente) de empoderar hay que educar políticamente al ciudadano. Desde las políticas culturales se puede hacer con dignidad y creatividad, remplazando al eventismo, al show, al malabarismo vacío y juegos de acrobacia periodística.
No sólo las leyes laborales justas para los que trabajan por su cuenta sino también para los trabajadores de la cultura que trabajan para el Estado.

UN EJEMPLO REAL DE ABUSO LABORAL
DESDE EL ESTADO Y GOBIERNO QUE CORREGIR.
Después de jubilar, entre los abusos laborales está la llamada "tercerización" que para disfrazar su práctica se recurre a elegantes subterfugios, como sucede en la actualidad con los "Animadores Socioculturales" de la Misión Cultura Corazón Adentro. Misión Socialista que dependen del Gabinete de Cultura del Distrito Capital, que a su vez depende de la Fundación Cultura Académica, animadores quienes han perdido todos sus beneficios sociales como trabajadores, ya que el Estado decidió contratarlos como "Honorarios Profesionales", o sea no tienen previsión social, vacaciones, medicina etc. y trabajan horas extras. La "perla", en la marcha de los trabajadores de este 1 de mayo, un grupo de animadores socioculturales enfrentó al Ministro de Cultura, Pedro Calzadilla y le preguntaron, si con la nueva Ley del Trabajo podrían cambiar su estatus Laboral, el Ministro les respondió que se olvidaran de eso, porque era muy costoso y tendrían que pasar muchos años para que lo que reclaman se pueda considerar.

Saludos revolucionarios.



Ilustraciones: Samuel Bravo (2007)

jueves, 14 de junio de 2012

Noticias económicas

Caricatura

Enviada por: Amandine Bollard


Ilustración: Ayala

PRÁCTICAS ELECTORALES: LA IMPARCIALIDAD COMO MITO

El “fraude” es el lobo, 
como una amenaza constantemente.


Por: Aníbal Ortizpozo

“ yo voto, tú votas, él se abstiene,
nosotros no tenemos ni voz ni voto,
vosotros cometéis fraude
ellos saltan la talanquera” OP

Las  constituciones de nuestras naciones, aprobadas por la mayoría  de sus ciudadanos, ordenan a través de una legislación precisa, quiénes deben ser las autoridades encargadas de velar por el cumplimiento de la Ley Electoral. Generalmente es un Consejo Supremo Electoral que actúa como poder independiente, además norma dirige y supervisa, cómo debe realizarse el proceso y cuáles son las penalizaciones ante posibles irregularidades.

Pero  lo que no se ha  considerado, es que las personas  encargadas de realizar el proceso: presidentes de mesas, miembros y testigos, policías o militares armados, encargados de la seguridad en el Centro de Votación o fuera de él, observadores nacionales y extranjeros etc.…todos tienen en su corazoncito,  preferencia por un candidato y que en la medida que puedan, harán en forma encubierta todo lo que esté a su alcance para favorecerlo y lograr su elección. Lo paradojal es que aún sabiéndolo, los convocamos y conminamos a que  actúen el papel de árbitros imparciales y al finalizar los comicios exclamamos sorprendidos “¡Oh …¿cómo pudo suceder?…”  ante actos comprobados de cohecho durante el proceso electoral.

Las buenas y las malas palabras en la política electoral de hace 50 años, siempre están vigentes, han sido altamente satirizadas como la tradicional jaladera de mecate de los candidatos, que se sigue haciendo casa por casa, abrazando y besando viejitas. Las palabras golpistas y golpismo lo afirma con humor Ángel Rosemblat, el golpe es la más vieja tradición, el venezolano baila el golpe, silba un golpe y se encuentra con la novia a golpe de seis. De  todos los golpes el más pesado es el Golpe de Estado y por más malos que hayan sido los golpistas del joropo, eran bastante menos temibles que los golpistas de hoy”.

Las palabras permanecen junto a la práctica política, según Rosemblat, en uno de sus libros : “…en el año 1958 todo el mundo (en Venezuela) habla de una “candidatura extra-partido”, la expresión es realmente insólita, aunque anuncia una aspiración muy clara, un candidato a la Presidencia de la República que esté fuera de los partidos, que no pertenezca a ninguno de ellos, gran aspiración aunque parece difícil de lograr” y continúa   refiriéndose a términos de uso electoral de ese tiempo, como “planchas prioritarias” en vez de “ listas de candidatos”. Al respecto escribe, “se cuenta de un horrible percance de una señora que, en un vuelo internacional, empezó a gritar despavorida que se había tragado la plancha y los otros pasajeros que solo conocían la de alizar la ropa, la miraban con ansiosa incredulidad. Ojalá nuestras planchas electorales no se parezcan en nada a esa dos planchas de nuestra venerable tradición lingüística.”
Las malas palabras, usadas en los períodos electorales más recientes, corresponden a invenciones, sobrenombres generalmente descalificadores que pasan a formar parte del “argot político popular venezolano” y se usan a modo de insulto descalificador agresivo: demócrata oportunista, demagogo, panfleto, mentiroso mayor, tierrúo, pobre tipo, golpista, escuálido, gobiernero, majunche, familiocrático, oficialista, esbirro, rojorojito, pitiyanqui, palangrista, peculador, burócrata, pesetero, etc. Por ello la sátira popular afirma que 
“a un militar en guerra, sólo lo supera un político en campaña” (...) sigue


Leer el artículo completo: http://ortizpozo.blogspot.com





Ilustraciones: Aníbal Ortizpozo