domingo, 5 de agosto de 2012

Nuestro saludo fraterno e internacionalista al Frente de Mujeres Defensoras de la Pachamama (Ecuador)

El pasado 24 de julio de 2012, tuvimos la inmensa dicha, como equipo editorial de Pólvora en la calle, de conocer a Rosa Gutama Chuñir y a Ximena Gutama, dos de las compañeras del Frente de Mujeres Defensoras de la Pachamama (Ecuador), que llevan una lucha fundamental en contra de la minería indiscriminada en esta hermana república. Un saludo fraterno a estas valientes mujeres que, con decidida actitud revolucionaria, defienden los derechos de nuestra Madre Tierra, consagrados en la Constitución de la República del Ecuador (2008) en particular en su artículo 71 que reza: "La naturaleza o Pacha Mama, donde se reproduce y realiza la vida, tiene derecho a que se respete integralmente su existencia y el mantenimiento y regeneración de sus ciclos vitales, estructura, funciones y procesos evolutivos (...)".

A continuación, una breve presentación de esta organización hermana, así como el último artículo publicado en su Blog: http://defensoraspachamama.blogspot.com:


Somos Mujeres Defensoras de Derechos Humanos, Ambientales, de Género, y de la Pachamama (Madre Tierra), que pertenecemos a comunidades afectadas por megaproyectos mineros de grandes corporaciones, y también por minería de empresas nacionales que han contaminado ríos de los que nos abastecemos para nuestras necesidades vitales. El Frente de Mujeres Defensoras de la Pachamama se constituyó el 13 de febrero de 2008 en la ciudad de Cuenca, provincia del Azuay, ECUADOR, con mujeres de comunidades en resistencia a las transnacionales mineras: International Minerals Corporation (IMC), EcuadorGOLD, IAMGOLD, Corriente Resources, entre otras. Junto con mujeres afectadas por la minería de Guatemala, Venezuela, Perú y Bolivia fundamos en marzo de 2008 la UNION LATINOAMERICANA DE MUJERES (ULAM).



DEFENSORAS DE LA PACHAMAMA 
PARTICIPARON EN ENCUENTRO 
“MUJER, DERECHOS HUMANOS Y DE LA NATURALEZA EN EL CONTEXTO 
DE CONFLICTOS SOCIO-AMBIENTALES”


El día sábado 14 de julio, se realizó el Encuentro de Mujeres en Gualaquiza provincia del Morona Santiago, convocado por el Frente de Mujeres Guardianas de la Amazonía en el Parque Botánico de esa ciudad. El Frente de Mujeres Defensoras de la Pachamama, una delegación de la Coordinadora Nacional en Defensa de la Vida y la Soberanía y más mujeres de distintas cantones de Morona, participaron en el Encuentro con el objetivo de continuar fortaleciendo el proceso de la organización de las Mujeres Defensoras.


Arrancó el evento con los saludos a las presentes por parte de Inés Fajardo miembro del Directorio de las Guardianas de la Amazonía.
Se contó con la conferencia de la socióloga Andrea Torres de la Coordinadora Femenina Popular (CFP) de Quito sobre la “Importancia del activismo de las mujeres en defensa de los Derechos Humanos y de la Naturaleza en los conflictos socio-ambientales”.
Después de esta conferencia los asistentes se reunión en tres grandes grupos para hablar sobre cuales son nuestro Derechos y luego expusieron sobre los derechos y necesidades que las mujeres consideran prioritarias. 


Rosa Gutama Chuñir miembro del Directorio del Frente de Mujeres Defensoras de la Pachamama dio una conferencia sobre la “Participación de las mujeres en defensa de los Derechos Humanos y de la Naturaleza en el contexto del conflicto socio - ambientales en Azuay”.


 Finalmente  concluyó este encuentro de mujeres con la participación de un grupo de danza del Frente de Mujeres Defensoras de la Pachamama que puso un ambiente de fiesta invitando a bailar a todas las presentes. 


 El Frente de Mujeres Guardianas de la Amazonía agradeció a todas por el esfuerzo realizado para asistir al Encuentro, y se despidieron con el compromiso de unión y apoyo para la defensa de la Amazonía.


Colombia: Santos engaña a indígenas caucanos y Aguilas Negras desatan terror

Nos parece fundamental, desde el equipo editorial de Pólvora en la calle, reseñar brevemente la trágica situación vivida en estas últimas semanas en el departamento colombiano del Cauca, por cuanto representa uno más de los miles de tristes episodios que desangra a nuestro pueblo hermano de Colombia, víctima de una de las más sanguinarias oligarquías latinoamericanas, apoyadas incondicionalmente por los verdugos estadounidenses.

Por: Horacio Duque Giraldo 
Popayan, 27 de julio de 2012.

La metodología utilizada por la oligarquía colombiana para sofocar y decapitar los movimientos populares es viejísima.

La utilizaron los conquistadores españoles en el siglo XVI con los aborígenes de todo el territorio, a quienes engañaban con promesas y artilugios para despues asesinarlos y esclavizarlos. El levantamiento de los comuneros en el Socorro y Santander, al finalizar el siglo XVIII, recibió igual tratamiento de la aristocracia colonial hispánica, que en principio simulo condesendencia y una vez desmovilizados los artesanos se les torturo y descuartizó de manera inmisericorde.
A los indígenas nasa del Cáuca que protagonizaron hace pocos días una movilización por la paz y contra la violencia militar, les estan aplicando el mismo esquema de toda la vida para desmovilizarlos, confundirlos, derrotarlos y despues irlos desapareciendo con los grupos paramilitares que se organizan para el efecto.
Les han dicho que se va a negociar, que sus peticiones serán atendidas por funcionarios muy competentes y comedidos, como algunos de la Presidencia que hacen parte de las rancias familias tradicionales de Popayan, especializados en las artes diplomáticas para engrupir a lideres populares y despacharlos con las manos vacias.
Los procedimientos impuestos por las comitivas oficiales de Bogotá son parte de una tecnología política de control y dominación, perfeccionada a lo largo de años, para aplastar los levantamientos e insurrecciones populares en nuestro país.
Lo primero que hicieron, en pleno auge de la rebelión, fue ofrecer de todo. Sin embargo, con los días han hecho la composición optima del escenario negociador para impedir el reconocimiento de las demandas y reivindicaciones de los Nasa.
Aplazaron las reuniones, estigmatizaron con los medios, señalaron a los líderes indígenas, como lo hizo el Ministro de Defensa, de ser infiltrados de la guerrilla, sembraron la confusión entre la opinión ciudadana para que desistiera de la solidaridad necesaria en estos procesos, y al tiempo, fueron apareciendo comunicados terroristas y amenazantes de las Aguilas Negras, una organización paramilitar que supuestamente había sido desmantelada por Uribe Velez, pero que recientemente aparece,como por arte de magia, en el lugar que sea, para intimidar la protesta ciudadana y las voces opositoras al régimen.
Pues bien. Hoy sábado 28 de julio de 2012, los indígenas y sus delegados en las mesas de diálogo y negociación se han declarado en asamblea permanente en Popayan porque el gobierno de Santos está evadiendo lo prometido y sus Ministros no comparecen a las sesiones para consolidar los acuerdos. Solo asisten funcionarios de menor rango y en plan de dilación para ocasionar el desgaste de las comisiones populares que han planteado puntos concretos e inmediatos que resuelvan la problemática de violencia imperante en el Norte del Cáuca, bajó el dominio de un atroz régimen militar que perturba y lesiona la tranquilidad de la zona.
Las Águilas Negras surgen sorpresivamente en el transcurso de esta semana para poner su cuota y, mediante panfletos amenazantes, han ubicado listas públicas de los líderes que serán asesinados si no abandonan sus viviendas en el menor tiempo posible. Esta fuerza paramilitar, que ya todo el mundo sabe de donde viene y que papel cumple, ha ordenado toques de queda, horarios de reclusión en los hogares, asambleas de advertencia y citaciones a lugares especiales, en los cerros donde estan los batallones del Plan Espada de Honor, para advertir lo que se viene si los indigenas no renuncian a sus pliegos y memoriales de peticiones y derechos fundamentales, como el de la paz, primera preocupación de la mayoría de los pobladores de Corinto, Miranda, Jambalo, Santander de Quilichao y Tacueyó.
Se requiere de la solidaridad con los indígenas del Cáuca. Lo primero es denunciar con fuerza lo que está ocurriendo. Que lo sepa el mundo.





Caricatura de Samuel Bravo (1999)

Respuesta de Timoleón Jiménez, Comandante de las FARC, a la carta enviada por la ACIN

Nos parece fundamental, desde el equipo editorial de Pólvora en la calle, reseñar brevemente la trágica situación vivida en estas últimas semanas en el departamento colombiano del Cauca, por cuanto representa uno más de los miles de tristes episodios que desangra a nuestro pueblo hermano de Colombia, víctima de una de las más sanguinarias oligarquías latinoamericanas, apoyadas incondicionalmente por los verdugos estadounidenses.


Timochenko responde a la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca: ONGs de rostro humanitario, benefactor o clientelista corrompen a muchos caciques (27.07.23012)


Apreciados compatriotas:

He tenido conocimiento de la comunicación recientemente dirigida por Ustedes, la cual cuidé de leer con sumo respeto y atención. Con la misma claridad y franqueza con que su Asociación expresa su pensamiento y propósitos, procedo a responder sus inquietudes en mi condición de Comandante del Estado Mayor Central de las FARC-EP, organización que como ustedes conocen, nació en 1964 a la vida política colombiana como expresión de la resistencia popular a la guerra de agresión contra el pueblo, y se acerca a cumplir cincuenta años de lucha indeclinable por la paz.
Que ustedes expresen con tanto fervor su anhelo por la paz, confirma nuestra convicción de que las grandes mayorías colombianas claman en las cuatro esquinas del país por ese preciado bien. La guerra civil colombiana no ha sido una decisión del pueblo de este país, sino una imposición de sus clases pudientes dominantes. Es natural que el pueblo que la sufre la rechace con ahínco. Nosotros somos los primeros. Por eso la combatimos en todas las formas posibles.
Es un hecho reconocido por numerosos estudiosos de la realidad colombiana, que la guerra en nuestro país responde a un modelo de acumulación de capital. El despojo de la propiedad rural y su concentración en cada vez más pocas manos, ha coincidido de manera asombrosa con las sucesivas agresiones contra las zonas agrarias por parte de las fuerzas oficiales y paraoficiales. Pretextos para ellas nunca han faltado. Las FARC no estamos integradas por soldados pagos ni conscriptos, sino por gente sencilla del pueblo de Colombia que se ha levantado a la resistencia. Campesinos, indígenas, negros y mestizos que decidimos enfrentar con las armas la agresión.
Es absolutamente cierto que el despojo contra los indígenas americanos lleva más de cinco siglos. Razón de más para luchar por su justa reivindicación. Compartimos completamente todas las aspiraciones de las comunidades indígenas y de hecho las estamos apoyando al riesgo de nuestra propia vida. Pero la fuerza de los hechos históricos impone también que los indígenas no son las únicas comunidades violentadas y perseguidas en Colombia.
A veces parece desprenderse de sus sinceras alegaciones, que las comunidades indígenas sólo miran por ellas mismas, desconociendo la suerte de los demás desposeídos y perseguidos de Colombia, que suman por lo menos treinta millones de compatriotas. El grave conflicto colombiano no puede ser solucionado sólo para las comunidades indígenas, simplemente porque ustedes hacen parte de Colombia, habitan en territorios codiciados por los mismos terratenientes e inversionistas que despojan a colonos, mineros, trabajadores y demás sectores explotados.
Con todo el respeto y la consideración que merecen, me permito expresarles que no es aislándose del resto de colombianos que claman fervientemente por la paz y la justicia social, como van a lograr conquistar sus viejos anhelos. El Ejército colombiano no sólo ocupa resguardos indígenas, sino que cumple su labor predadora por todo el territorio nacional. Su misión es prestar seguridad a inversionistas, empresarios y terratenientes nacionales o del extranjero, al precio de aplastar cualquier oposición al modelo de saqueo y empobrecimiento que defienden.
Nosotros no sólo creemos que el Ejército debe salir de las comunidades indígenas, sino de todo el campo colombiano. Su misión natural es guarnecer las fronteras en defensa de la soberanía nacional, pero las clases dominantes lo han convertido en una máquina al servicio de poderosos intereses extranjeros, dirigida directamente por generales norteamericanos.
El reconocimiento de la autonomía y la autoridad de las comunidades indígenas no nos hacen ciegos ante la suma de intereses que llegan a ellas. Si los conquistadores españoles se valieron de la Iglesia, los halagos personales y hasta de la corrupción de muchos caciques como mecanismos de avanzada para su presencia expoliadora, sabemos que igual sucede hoy con diversas organizaciones de rostro humanitario, benefactor o clientelista. Fenómenos así minan la credibilidad de muchos liderazgos en la propia base indígena y descomponen su organización.
Sentimos sincero respeto por su oposición al empleo de la violencia como mecanismo de lucha. En una humanidad civilizada, ajena a los intereses de clase, seguramente que tal pretensión será generalizada. Por eso luchamos. Pero no es menos cierto que las realidades de Colombia, gobernada secularmente por una casta violenta y agresora, terminaron por producir la respuesta digna de los de abajo.
Y esa también es una forma respetable de lucha, que no puede ser condenada por principio sin borrar de un plumazo la historia y rozar los límites de la utopía. Como se infiere de su aspiración de poder desarrollar un proyecto de vida, sin que cambien las condiciones económicas, políticas, sociales y culturales que dominan el resto del país. El problema de ustedes no puede ser examinado a la simple luz de la no presencia del Ejército o la guerrilla en los resguardos, porque como dice Santos, el Ejército jamás va a abandonar sus bases. Porque su presencia encarna un modelo de dominación nacional, continental, de aspiraciones mundiales. Lo que hay que derrotar es ese modelo, y para ello hay que comenzar por el cambio del régimen.
Esa es nuestra lucha y la de millones de colombianos que estamos seguros los apoyan en este momento, los cuales verían fortalecidas sus aspiraciones si ustedes también apoyaran sus reivindicaciones. El asunto en la hora es unir fuerzas, no separarlas.
Las guerras son cruentas, más las que enfrentan a los pueblos con regímenes terroristas al servicio de potencias imperiales. Toda la maquinaria militar, económica, ideológica y política es puesta en juego por estos últimos en aras de su victoria. Ella incluye la propaganda negra, los infundios y provocaciones más groseras. Nosotros más que nadie somos víctimas de todo eso junto.
Si a nuestra gente llegan muchachos indígenas sanos, desesperados por la miseria en que crecieron, ansiosos por luchar para mejorar la suerte de su pueblo, no los rechazamos. No podemos, así es la lucha. Igual sucede con campesinos, mineros, obreros, estudiantes y toda la juventud colombiana que decide unirse a la lucha. Las normas del Derecho Humanitario que ustedes citan prohíben ubicar bases y cuarteles de guerra en medio de la población. Nosotros jamás lo hacemos, ustedes saben que la tropa sí, y de manera permanente y dolosa.
Ustedes exigen que no empleemos nuestras armas con riesgo para la población civil. Nosotros somos población civil a la que la violencia estatal y paramilitar obligó a alzarse. Jamás podríamos tener en la mente la idea de afectar gente inocente. En eso compartimos por completo su reclamo con plena disposición a evitar que ocurra. ¿Pero qué hacer con las fuerzas terroristas de ocupación? Consideramos válidos y legítimos los heroicos esfuerzos que ustedes cumplen hoy. Si en Colombia cesan las operaciones militares, los bombardeos y ametrallamientos, los desplazamientos forzados, el despojo de la tierra, los crímenes contra el pueblo y la impunidad, con toda seguridad que no tendrá sentido la existencia de las guerrillas. Si el Ejército, la Policía y los paramilitares salen del Cauca, si termina su guerra contra indígenas, campesinos, mineros y pueblo en general, nosotros no tendremos problemas para salir también.
En toda Colombia crece un ruidoso clamor por la paz. Por una salida política a la confrontación. Esa ha sido entre todas la más vieja de nuestras banderas. Es el régimen el que jamás se ha aprestado a poner fin a su predilección por la violencia. Es a él al que hay que obligar a abrir un diálogo. Ustedes, que hoy más que nunca sufren el estilo característico de responder en Colombia a las aspiraciones de paz, son bienvenidos sin duda al trabajo por ella. Con su presencia combativa estaremos mucho más cerca de ella.
Reciban todo mi afectuoso abrazo, que es el de todas las FARC-EP, el de todo el pueblo colombiano que los admira, aplaude y respalda.

Timoleón Jiménez, 

Comandante del Estado Mayor Central de las FARC-EP 

Montañas de Colombia, 20 de Julio de 2012.





Rodrigo Londoño, alias "Timochenko", máximo líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia

Carta a las Farc


Nos parece fundamental, desde el equipo editorial de Pólvora en la calle, reseñar brevemente la trágica situación vivida en estas últimas semanas en el departamento colombiano del Cauca, por cuanto representa uno más de los miles de tristes episodios que desangra a nuestro pueblo hermano de Colombia, víctima de una de las más sanguinarias oligarquías latinoamericanas, apoyadas incondicionalmente por los verdugos estadounidenses.


Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (Colombia)
24/7/2012 



Señor
Timoleón Jiménez
Comandante de las FARC

Reciba un saludo de la Asociación de Cabildos Indígenas de Cxhab Wala Kiwe (norte del Cauca) ACIN. Le escribimos desde nuestra resistencia a la guerra, y desde nuestra voluntad indeclinable por la paz. 

La semana antepasada los indígenas del Cauca reanudamos las acciones de liberación y armonización de nuestros territorios, cumpliendo el mandato de la Junta Directiva del CRIC del 20 de julio de 2011, donde adoptamos la “Minga de resistencia por la autonomía y armonía territorial y por el cese de la guerra”. Las acciones de liberación y armonización iniciales consisten en el desmonte de las bases permanentes de todos los actores armados, el desmonte de las trincheras y cambuches de la fuerza pública y de la insurgencia, y la movilización masiva de comuneros y comuneras a los sitios de concentración de las guerrillas para impedir que hostiguen a la población de los municipios (sean ataques, retenes o actividades amenazantes). 

Los pueblos indígenas no le hemos declarado la guerra ni a la guerrilla ni al Estado. Por eso nuestra Minga se hace cuidando siempre a la comunidad, y cuidándonos siempre de no darle ventaja militar a ninguno de los actores armados como ordena el Derecho Internacional Humanitario. No vamos a agredir a nadie, pero utilizaremos la fuerza de nuestra comunidad reunida, de nuestra palabra y de nuestros derechos para recuperar nuestros territorios. 

Como hemos dicho siempre, y formalmente a ustedes desde la Declaración de Vitoncó, en 1985: No aceptamos sus fuerzas guerrilleras en nuestros territorios. No las queremos y no las necesitamos. 

No queremos la presencia guerrillera -ni de ningún ejército-- porque estos territorios son nuestros desde tiempos inmemoriales. Si hoy están dentro de la República de Colombia es porque desde la conquista española nos las han venido robando. 

No necesitamos su presencia porque la guerrilla no nos trae tranquilidad; ustedes atacan a la población civil; ustedes irrespetan nuestra autoridad y nuestra justicia. No ayudan a la autonomía: todo lo que tenemos en gobierno propio lo hemos hecho nosotros y nosotras. Los pueblos indigenas hemos dado pruebas de poder construir nuestros propios sistemas económico, educativo, judicial y de salud. La guerrilla no nos protegen de los atropellos de la fuerza pública; cuando llega el Ejército los guerrilleros se van y se cuidan entre ellos. Tampoco impiden que lleguen las transnacionales; para conseguir los recursos que sostengan su ejército, hacen acuerdos con ellas. 

Salgan de los territorios indígenas del Cauca. Aléjense de los sitios poblados y de vivienda. No ataquen más a la población civil. No realicen más ataques que con toda seguridad van a afectar a la población civil aunque pretendan atacar solo a la fuerza pública. No usen armas de efecto indiscriminado, como los llamados tatucos o las minas antipersonales. No se atrincheren en las casas. Díganle a los milicianos que no guarden armas ni explosivos en las viviendas de las familias.

Esperamos que las FARC cumplan voluntariamente con estas exigencias de las comunidades. De cualquier modo las Autoridades, la Guardia Indígena y las comunidades vamos a seguir liberando nuestros territorios de los actores armados, que desarmonizan a la Madre Tierra y nuestra vida. 

Hace 4 meses le escribimos para que nos hicieran claridad sobre la política militar de las FARC contra el CRIC, la ACIN y los Cabildos. Seguimos esperando su respuesta. También le propusimos en esa carta que avancemos en un diálogo humanitario sobre 4 puntos: No reclutar menores; no utilizar la violencia sexual contra las mujeres como arma política; no utilizar armas de efecto indiscriminado (tales como los tatucos y las minas antipersonales); y respetar la autonomía plena de los gobiernos y organizaciones indígenas. Estamos a la expectativa de que podamos dar ese debate que necesitamos los indígenas del Cauca y el país entero. 

Comandante Jiménez: 

Hay que terminar la guerra. Todos y todas la estamos perdiendo. Fue bueno que ustedes liberaran a los soldados y policías que tenían retenidos y que anunciaran el fin del secuestro económico, porque fueron hechos de paz. Pero hay que ser más audaces y más decididos. Cumplan las exigencias humanitarias que le estamos haciendo; es un camino básico hacia la paz. Decidan terminar la guerra y empezar ya una negociación política para terminar el conflicto; es imprescindible para construir la paz. Entiendan que Colombia es más, mucho más, que la guerrilla y el ejército, y que la paz debe ser una construcción de todos y todas las colombianas.

Cuenten con nosotros para la paz. Nunca para la guerra.


CXHAB WALA KIWE - TERRITORIO DEL GRAN PEUPLO

ASOCIACION DE CABILDOS DEL NORTE DEL CAUCA, ACIN-CXHAB WALA KIWE.



Acciones de resistencia de los hermanos índigenas del Departamento del Cauca (Colombia) en contra del ejército opresor.

Siguen los aplausos comunitarios en La Pastora

Por: equipo editorial.

El pasado 16 de junio de 2012,  en la parroquia La Pastora, un grupo de vecinos y vecinas, de organizaciones sociales y culturales, en particular el colectivo cultural Toromayma, se reunieron para darle continuación a esta linda iniciativa que comenzó el año pasado (2011) en el mes de agosto, en la calle La Toma (La Pastora) y que persigue despertar ese sentimiento de arraigo y solidaridad con las memorias vivas de los que siempre han sido fieles a sus espacios, comunidades y procesos; a veces nos dejamos llevar por lo acelerado que son las dinámicas de vida en ciudades como Caracas, pasando por alto estos detalles tan importantes para el cambio y la transformación que nos planteamos. Buscamos visibilizar a los "invisibles" y que se conozcan nuestras micro-luchas y a aquellos que transforman desde la música, desde la pintura, desde las fiestas populares, desde las letras, desde la historia, desde las leyes, desde la educación, con la preocupación por un cambio positivo. A todos aquellos hermanos y hermanos, es digno de que los aplaudamos con todo el amor y la fuerza que se merecen. En esta oportunidad, hemos homenajeado la participación activa de dos compatriotas como lo son Carlos Ali Rosario, luchador de Catuche de toda la vida, quien siempre alza su voz por sus vecinos en todos los espacios donde se encuentra, un vocero de corazón; y a Alfredo Ortíz, “maestro arpista del Camino de Los Españoles”, quien nunca dice que no, cuando se trata de colaborar con su comunidad; y así pues, nuestros hijos, nietos y herederos deben conocer sus historias locales más recientes para que no se encuentren huérfanos de referentes en esta dura lucha…
¿Si tantas veces hemos aplaudido por inercia, porque no aplaudir desde nuestras querencia?
Esperen las futuras sorpresas. Ahora es cuando nos queda gente por aplaudir…




Reconocimientos entregados a los hermanos Alfredo Ortiz y Alí Rosario

sábado, 4 de agosto de 2012

Saludamos a la verdadera revolución… ¿Dónde está la revolución bonita carajo?…


Por: Zaida Mujica, 30.07.12.

Hola…Pueblo YUKPA, hola Alexander, hola sangre indígena, hola dolor insuperable…
Hola YUKPA, poeta, noble e incansable; hola….
Quiero saludar aquel día que nos conocimos y, gracias a ti y a tu gente, nos dimos cuenta que la revolución no tiene 13 años, tiene más de 500 años, ni se hace en la ciudad reventando vidrieras, gracias por existir Alexander… Gracias por existir pueblo Yukpa, gracias por tu valentía y gran ejemplo… Hola Alexander, así se lucha, no fuiste un loco, ni un tonto útil, ni un ignorante, fuiste y serás siempre un revolucionario, un hombre de los más valiente que a parido esta tierra, con conciencia y de acción, que sin leer ningún libro estaba claro de que es lo único que hay que defender en este mundo, la tierra, la PACHAMAMA, de donde nos viene todo lo que nos alimenta, nos viste y nos educa, en contradicción con la educación que recibimos los criollos, sin concientizarnos jamás que existen los guardianes de ese pequeño pulmón que le queda a nuestra América, guardianes a los que no respetan, los quieren arreglar con dádivas y los tratan como los sectores más pobres de nuestra Venezuela, cuando  pobres somos nosotros a los que nos enseñaron a rechazar todo lo natural, a tenerle miedo, a los que no tenemos ninguna defensa como para sobrevivir aunque sea a alguna de las batallas que ustedes han tenido que enfrentar y sobrevivido gracias a su intuición, compromiso y visión, la cual ni con todos los estudios que en las ciudades se da, nace ningún movimiento con esta característica. Ustedes son auténticos; estuviste preso sin culpa y por nosotros, los que nos decimos revolucionarios sin la más mínima idea de cómo mantener una revolución, como lo hacen ustedes que no paran ni un momento, que no celebran porque no hay nada que celebrar, porque cada vez hay más explotación minera de las que ustedes son las víctimas, a nosotros los criollos nos enseñaron a defender el petróleo y muchos ni lo vemos, porque no pertenecemos a esa plataforma de poderosos que son los que negocian y terminan hablando de guerras sin importarles quien pone la sangre, pero los que conocimos tu lucha levantaremos la voz, “queremos tierra no queremos petróleo”, “queremos trabajar la tierra no explotarla”, como lo dijiste una vez en una rueda de prensa después que te dieron la libertad. ¿Quien pero quien pudo haberte disparado de forma tan cruel?, pero Alexander quien le dispara a un indígena le dispara a la tierra, le dispara a nuestro alimento, a nuestro abrigo y así sucedió le dispararon un vez más cruelmente a la tierra, le dispararon a los ojos de la tierra, lo vienen haciendo hace más de quinientos años,  para que la tierra no vea, para que la tierra no hable, porque la tierra habla como lo hiciste tú, que hablabas los dos idiomas para defenderla, y como también lo dijiste una vez “si tuviera que hablar otro idioma lo aprendo también por que la tierra hay que defenderla en el mundo entero”... Ustedes y su sangre serán toda la vida el lenguaje puro y con verdad de la tierra, perdónanos Alexander, Yukpa indígena, perdónanos a los criollos por ser tan ignorantes y cobardes, por no haber reaccionado como lo hacen ustedes que no duermen defendiendo lo nuestro, perdónanos por ser cada vez más ingratos, perdónanos tierra indígena por ser tan flojos y cobardes para levantar la voz y derrumbar fronteras cuando hay que hacerlo; el capitalismo nos ha cambiado nuestros principios y sentimientos, perdónanos porque cada vez estamos más alejados de la única realidad que debe interesarnos, solo pensamos en la flojera, como hacerlo todo con un botón, sin movernos, sin caminar, creemos que con un cartón en la mano al que llamamos título y un carro ya somos alguien, alguien que nos sumergimos en ese mundo consumista que no hace sino darle más poder a las transnacionales y explotación minera que en su momento nos pasa la gran factura, somos los esclavos de ellos , perdónanos una vez más Yukpa, valiente honesto e invendible, perdónanos. Algún día la tierra vengará lo que el hombre no es capaz de defender, algún día abriremos los ojos y estaremos comiendo galletitas de coltán con desechos de celulares, emparedados de gomas de caucho, aliñados con aceite de carro quemado y es capaz que demos todavía gracias a Dios porque tenemos que comer, eso lo verás desde tu tierra,  ésta tu tierra,  éste será el compromiso de los que quieran levantar la voz por ese pueblo que queda luchando incansablemente para que se sepa la verdad, verdad que muchos ponen entre dicho para confundir y extinguir al pueblo indígena.
Vivan los Alexander Fernández, vivan los Yukpas, Vivan los Sabino Romero, Valientes e invendibles ¡carajo!



Caricatura de: Samuel Bravo (1999)