miércoles, 12 de febrero de 2014

Juancho, hermano...

Por: Pólvora en la calle.
¡Que indignación! ¡Qué impotencia! ¡Qué dolor!
Esto es lo que sentimos cuando, al igual que muchos camaradas, nos enteramos esta tarde (12 de febrero de 2014), del asesinato de nuestro camarada y hermano "Juancho" Montoya, bajo las balas de los que, una vez más, salieron a la calle enceguecidos por su odio de clase. A pocos metros de la fiscalía, en La Candelaria, cayó nuestro querido hermano, convirtiéndose en una más de las tantas víctimas de la violencia criminal de la oligarquía... Y una vez más, la historia se repite: los revolucionarios somos los que ponemos la sangre y las lágrimas... Ellos, los "demócratas", vociferan hablando de libertad y de inseguridad, cuales corderitos de Dios. Pero son los primeros en violentar la libertad y en promover la inseguridad. Hablan de paz  quemando carros, hablan de respeto insultando a los pobres, hablan de seguridad matando a revolucionarios, hablan de represión agrediendo a los demás. Han mandado a matar a más de 300 campesinos revolucionarios, así como a nuestro cacique yukpa Sabino Romero, a su padre y casi a uno de sus hijos hace apenas un mes, han mandado a asesinar a Danilo Anderson, han acabado con la vida de 11 revolucionarios después del 14 de abril de 2013, han querido hacer golpes de Estado, y ahora asesinan a uno de nuestros más destacados dirigentes populares... Pero son "pacíficos"... Y lo más triste es que nuestro gobierno ya tiene el disco rayado: "¡no más impunidad! ¡A los culpables les caerá todo el peso de la ley! ¡Ya basta!" Pero pasan dos semanas, baja la marea, y todo vuelve a la normalidad...
No dejemos que esto suceda nuevamente... Ya se han burlado mucho de nosotros...
En honor a Juancho, no dejemos que este crimen quede impune, como han permanecido impunes los crímenes de los militares golpistas de abril de 2002, los de los ganaderos en contra de nuestros hermanos campesinos e indígenas, los de la semana sangrienta de abril de 2013, y pare de contar...
Esperemos que, en esta oportunidad, el gobierno no vuelva a limitarse a los golpes de pecho y a la fotico frente a las cámaras con lágrimas de cocodrilo... ¡Ya es hora de cumplir señores burócratas! Demuestren de verdad que les duele el pueblo...