viernes, 16 de noviembre de 2012

¡Nuestro padre Tupac Amaru vive!

Por: Alejandro Romualdo Valle Perú (04.11.2012)

Se cumplen 232 años del levantamiento indígena contra el colonialismo español, encabezados por los padres de nuestra identidad y rebeldía: Tupac Amaru y Micaela Bastidas [actual Perú].
Tupac Amaru, desde su condición de indígena y cacique de su pueblo, toma conciencia de la barbarie y exterminio a que es sometidos los descendientes y herederos de una gran cultura: El Tahuantinsuyo, truncado en su desarrollo por la invación española. Para los invasores, el único objetivo en estas tierras, era el saqueo del oro y la plata sin importarle el exterminio de la población originaria. Fueron cientos de miles, millones de aborígenes exterminados en las minas de mercurio de Huancavelica y en las minas de Potosí, así como en las inhumanas tareas de servidumbre domestica a las que eran sometidos por los “civilizados” invasores. Ante la enorme mortandad indígena, los invasores trajeron esclavos africanos para seguir saqueando nuestro territorio.
La invasión y conquista del llamado “nuevo mundo” significo un gran genocidio que la “civilización occidental y cristiana” aún hoy pretende desconocer y/o ocultar. Este genocidio significa el exterminio de unos 90 millones de indígenas y unos 40 millones de población esclava negra, importados del África en condición de mercancía.
Fueron estas condiciones de salvaje y bárbaro exterminio de nuestra población, lo que motivaría la resistencia y rebelión de Manco Inca, Sayri Tupac, Titu Cusi quien cediera la posta a Diego Felipe Tupac Amaru y continuaría con José Santos Atahualpa y otros pocos conocidos alzamientos indígenas, hasta el instante en que Micaela Bastidas exclamara: yo ya no tengo paciencia para aguantar todo esto… y el bronco grito de José Gabriel Condorcanqui, Tupac amaru II anunciara: ”hermanos, el patrón ya no comerá más de tu pobreza!!”.

La rebelión estalló el 4 de noviembre de 1780 en Tinta, con el apresamiento del criminal corregidor Antonio de Arriaga y su ejecución pública en la plaza de Tungasuca el 10 de noviembre, acción que extendería la rebelión y que alcanzaría su mayor victoria en la batalla de Sangarará el 18 de noviembre. Luego de esta batalla, el ejército rebelde marcharía hacia el Cuzco que tras un prolongado cerco no fue tomado por la negativa de Tupac Amaru de enfrentar y eliminar a la población indígena, que el ejército colonialista había incorporado para reforzar sus filas. Este error táctico, cuestionado por Micaela quien le advertiría de que esos indígenas habían dejado de serlo, significaría el inicio de la derrota de la gesta libertaria, pues permitió a los españoles recibir refuerzos desde Lima e iniciar una ofensiva militar que derrotaría al ejército rebelde paradójicamente en el lugar en que se inició la gesta libertaria: el pueblo de Tinta. Finalmente,el 6 de abril de 1781 el gran cacique Tupac Amaru fue capturado en el poblado de Langui tras la traición del cacique Pumacahua.
José Gabriel Condorcanqui, Túpac Amaru II se levantó en armas contra el colonialismo español, para impedir el exterminio y saqueo de nuestro pueblo, en lo que constituyó la primera guerra de Liberación Nacional. El carácter revolucionario de esta gran Rebelión Indígena, no sólo radica en el hecho de que fue capaz de reunir a indígenas, negros, mestizos y criollos proclamando la igualdad de todos los seres humanos, evidenciado en el decreto del 16 de noviembre de 1780 que proclama la abolición de la esclavitud, si no fundamentalmente en el intento de cambiar radicalmente las estructuras coloniales.
Este aspecto subversivo y revolucionario, fue reconocido por los colonialistas españoles durante el proceso que se le siguió a Tupac Amaru, quien finalmente fuera condenado a muerte por el delito de: rebelión y alzamiento general de los indios, mestizos y otras castas contra la corona española.
Producida la captura de Tupac Amaru, fue sometido a toda suerte de bárbaras torturas con el fin de que denunciara a sus seguidores, pero en un acto de dignidad y coraje se negó a responder a sus torturadores. Cuando el visitador Areche le preguntara quienes eran los culpables del alzamiento indígena, Tupac Amaru le respondió: Aquí sólo hay dos culpables, tú por oprimir a mi pueblo y yo por intentar liberarlo. 
Tras un juicio sumario, fue condenado a muerte en lo que constituiria uno de los más brutales y salvajes crimenes cometidos en estas tierras por los “civilizados” españoles, quienes expresaban así su odio a nuestro pueblo y sobre todo a quien fuera el más grande revolucionario de este continente.
El 18 de mayo de 1781, José Gabriel Condorcanqui, Tupac Amaru II fue ejecutado luego de ser obligado a presenciar el tormento y sacrificio de sus principales colaboradores: José Verdejo, Andrés Castelo, su tío Francisco Túpac Amaru y su hijo Hipólito, a quienes se les arrancó la lengua antes de ser ahorcados. A la cacica de Acos, Tomasa Titu Condemayta se le aplicó el garrote, que también fuera aplicado a su amada compañera: Micaela Bastidas, quien sufrió infinitos tormentos antes de morir.
Pero si el asesinato del gran cacique Tupac Amaru, a quien ataron sus miembros a 4 caballos en un intento de desmembrarlo y al no lograrlo lo descuartizaron a hachazos, nos habla de la barbarie y salvajismo colonialista, el tormento no sólo físico y psicológico a que fuera sometido Fernando Tupac Amaru, un niño de 11 años, es el acto más salvaje, inhumano e insano de quienes venian a civilizar este continente; Fernando Tupac Amaru fue obligado a presenciar el suplicio de sus padres antes de ser desterrado a España, como prisionero condenado a cadena perpetua en una prisión española, donde finalmente murió como exiliado forzado. Estas acciones son la demostración del grado de “civilización” que España y Europa pretendió imponer en este continente.
La muerte del gran cacique indígena, no puso fin a su tormento pues su descuartizado cuerpo fue usado para aterrorizar a los indígenas e impedir posibles alzamientos y rebeliones; así la cercenada cabeza de Tupac Amaru fue clavada en una pica y exhibida en la plaza de Tungazuca y sus brazos y piernas enviadas a diversas regiones del territorio sometido por los invasores, para que cumplieran el mismo objetivo de aterrorizar e impedir rebeliones.
Sin embargo, las rebeliones, las constantes sublevaciones y la guerrilla indígena marcaron permanentes e inextinguibles huellas en estas tierras, cuyos hijos aún buscan su liberación, manteniéndose viva la gesta del gran cacique Tupac Amaru en la memoria colectiva de nuestro pueblo a través del mito de Incarri que nos dice que a la cabeza decapitada de Tupac Amaru le está creciendo el cuerpo bajo la tierra del Abya-Yala (el continente americano) y que el día que los dispersos miembros de Tupac Amaru se unan, volverá, y el caos que se origino con la llegada de los invasores llegara a su fin dándose inicio al gran Pachacuti que volverá a restablecer la justicia y la armonía con la madre naturaleza y el orden que fue.
Ayer el colonialismo asesinó con brutalidad y sadismo a quienes osaron levantarse contra la injusticia y por liberar a un pueblo, Túpac Amaru fue torturado y descuartizado, en un vano intento por aplacar la justa rebeldía de Un pueblo que sólo aspiraba justicia y libertad. Hoy aún persiste los métodos coloniales para frenar la búsqueda de la justicia y libertad de los pueblos, sometidos al saqueo de sus recursos naturales y a la sobre explotación de su fuerza laboral.
Ayer Tupac Amaru y sus seguidores fueron brutalmente asesinados para defender el orden colonialista, hoy los hijos de Tupac Amaru y Micaela Bastidas somos perseguidos, encarcelados y asesinados por quienes hoy defienden un sistema neocolonial que busca saquear nuestras riquezas naturales y sobre explotar a nuestro pueblo; pero así como la barbarie del colonialista español, no impidio las rebeliones indigenas, las torturas y el terrorismo de estado de los regímenes de hoy, no podrán impedir la justa rebelión de quienes sólo aspiran a construir una sociedad de paz con justicia social y conquistar el pan y la belleza.
Ayer, en el siglo XVI, fue el oro y la plata de nuestro continente, el motivo de la invasión colonialista. Hoy, en el siglo XXI, es además del oro y la plata, el petróleo, el gas natural, el uranio, el agua y otros minerales y demás recursos naturales deseados por las grandes transnacionales, lo que da origen a las nuevas agresiones e invasión a nuestros territorios; ayer fue el colonialismo español hoy es el neocolonialismo imperialista yanqui el que invade y asesina a nuestros pueblos.
El colonialismo, el neocolonialismo, el imperialismo y su modelo de capitalismo salvaje: el neoliberalismo, son eslabones de una misma cadena que hoy como ayer, mantienen a nuestros pueblos atados a la opresión, explotación y al sub-desarrollo, por lo que hay que romperlas para que nuestros pueblos y la humanidad puedan cumplir su aspiración de construir sociedades de paz con justicia social.
Para todo aquel que resiste y lucha contra el neocolonialismo e imperialismo, en cualquier rincón del mundo, va nuestro saludo fraterno y solidario de los tupacamaristas, hijos e hijas de Tupac Amaru y Micaela Bastidas, en permanente rebeldía contra la injusticia.
Voz Rebelde.
Abajo el neocolonialismo imperialista, del terrorista Obama!
Viva la unidad de los pueblos en lucha!
Sin luchas, no hay victorias!

CANTO CORAL A TUPAC AMARU

Lo harán volar con dinamita.
En masa, lo cargarán, lo arrastrarán.
A golpes le llenarán de pólvora la boca.
Lo volarán: ¡y no podrán matarlo!
Lo pondrán de cabeza. Arrancarán sus deseos, sus dientes y sus gritos.
Lo patearán a toda furia. Luego lo sangrarán: ¡y no podrán matarlo!
Coronarán con sangre su cabeza:
Sus pómulos, con golpes. Y con clavos sus costillas.
Le harán morder el polvo.
Lo golpearán: ¡y no podrán matarlo!
Le sacarán los sueños y los ojos.
Querrán descuartizarlo grito a grito.
Lo escupirán.
Y a golpe de matanza, lo clavarán:
¡y no podrán matarlo!
Querrán volarlo y no podrán volarlo.
Querrán romperlo y no podrán romperlo.
Querrán matarlo y no podrán matarlo.
Querrán descuartizarlo, triturarlo, mancharlo, pisotearlo, desalmarlo.
Querrán volarlo y no podrán volarlo.
Querrán romperlo y no podrán romperlo.
Querrán matarlo y no podrán matarlo.
Al tercer día de los sufrimientos,
cuando se crea todo consumado,
gritando: ¡libertad! Sobre la tierra,
ha de volver.
Y no podrán matarlo.

http://laguarura.net/2012/11/04/nuestro-padre-tupac-amaru-vive/



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