Por: Colectivo cultural Toromayma
El 13 de julio de 2013 se le dio inicio a una campaña de
recolección de firmas a nivel nacional para exigirle al Ejecutivo Nacional que
le conceda el asilo humanitario al luchador y cantautor internacionalista
colombiano Julián Conrado, detenido ilegalmente en Venezuela desde hace dos
años; así mismo, esta campaña tiene como finalidad presionar a nuestro Gobierno
Bolivariano para que actúe de forma efectiva ante el gobierno
imperialista de Francia en función de la repatriación de nuestro camarada internacionalista
Ilich Ramírez Sánchez, alias “Carlos”, mal llamado “El Chacal” por los
servicios secretos occidentales. El comandante Carlos está secuestrado por el
gobierno francés desde 1994 y retenido en este país de manera ilegal, sufriendo
cualquier cantidad de atropellos y violaciones de sus derechos humanos más
elementales. A pesar de esta situación, ninguna de las sucesivas cancillerías venezolanas han
defendido los derechos de este compatriota, figura emblemática del
internacionalismo revolucionario, pese a que nuestro Presidente Chávez haya dado, en su momento, instrucciones claras y precisas para que su gobierno asuma sus responsabilidades en este caso.
Esta campaña ha sido impulsada por diferentes
agrupaciones sociales y políticas de nuestra República, entre ellas el Partido
Comunista de Venezuela, las Juventudes del Partido Comunista, el COSI (Comité de Solidaridad Internacional), BRISA (Brigada Internacionalista de Solidaridad Activa), la Coordinadora “Que no calle el cantor” y el BPR (Bloque Popular Revolucionario). Una primera etapa de la misma culminó el 30 de agosto, con la entrega de las primeras 50.000 firmas a la Cancillería. El Colectivo cultural
Toromayma, presente en La Pastora, se ha unido activamente a esta causa nacional e internacional, iniciando la campaña muralista “LAS CALLES NO SE CALLAN”, que
pretende reivindicar la memoria y el ejemplo de varios luchadores
revolucionarios de nuestra patria, todos ellos invisibilizados por los grandes medios de
comunicación, tales como nuestros camaradas “Carlos”, Julián, Sabino Romero, Alexander Fernández, los trescientos dirigentes campesinos asesinados, entre otros. A través de las
paredes pintadas, el Colectivo cultural Toromayma le hace, pues, un llamado a
todas las organizaciones revolucionarias para crear una fuerza organizada capaz
de profundizar nuestro proceso bolivariano y radicalizar las luchas, ante la
ofensiva externa e interna del capitalismo y la
complicidad cada vez mayor de la burocracia roja con el capital nacional y
trasnacional.
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