Nos parece fundamental, desde el equipo editorial de Pólvora en la calle, reseñar brevemente la trágica situación vivida en estas últimas semanas en el departamento colombiano del Cauca, por cuanto representa uno más de los miles de tristes episodios que desangra a nuestro pueblo hermano de Colombia, víctima de una de las más sanguinarias oligarquías latinoamericanas, apoyadas incondicionalmente por los verdugos estadounidenses.
Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (Colombia)
24/7/2012
Señor
Timoleón Jiménez
Comandante de las FARC
Reciba un saludo de la Asociación de Cabildos Indígenas de Cxhab Wala Kiwe
(norte del Cauca) ACIN. Le escribimos desde nuestra resistencia a la guerra, y
desde nuestra voluntad indeclinable por la paz.
La semana antepasada los indígenas del Cauca reanudamos las acciones de
liberación y armonización de nuestros territorios, cumpliendo el mandato de la
Junta Directiva del CRIC del 20 de julio de 2011, donde adoptamos la “Minga de
resistencia por la autonomía y armonía territorial y por el cese de la guerra”.
Las acciones de liberación y armonización iniciales consisten en el desmonte de
las bases permanentes de todos los actores armados, el desmonte de las
trincheras y cambuches de la fuerza pública y de la insurgencia, y la
movilización masiva de comuneros y comuneras a los sitios de concentración de
las guerrillas para impedir que hostiguen a la población de los municipios
(sean ataques, retenes o actividades amenazantes).
Los pueblos indígenas no le hemos declarado la guerra ni a la guerrilla ni al
Estado. Por eso nuestra Minga se hace cuidando siempre a la comunidad, y
cuidándonos siempre de no darle ventaja militar a ninguno de los actores
armados como ordena el Derecho Internacional Humanitario. No vamos a agredir a
nadie, pero utilizaremos la fuerza de nuestra comunidad reunida, de nuestra
palabra y de nuestros derechos para recuperar nuestros territorios.
Como hemos dicho siempre, y formalmente a ustedes desde la Declaración de
Vitoncó, en 1985: No aceptamos sus fuerzas guerrilleras en nuestros territorios.
No las queremos y no las necesitamos.
No queremos la presencia guerrillera -ni de ningún ejército-- porque estos
territorios son nuestros desde tiempos inmemoriales. Si hoy están dentro de la
República de Colombia es porque desde la conquista española nos las han venido
robando.
No necesitamos su presencia porque la guerrilla no nos trae tranquilidad;
ustedes atacan a la población civil; ustedes irrespetan nuestra autoridad y
nuestra justicia. No ayudan a la autonomía: todo lo que tenemos en gobierno
propio lo hemos hecho nosotros y nosotras. Los pueblos indigenas hemos dado
pruebas de poder construir nuestros propios sistemas económico, educativo,
judicial y de salud. La guerrilla no nos protegen de los atropellos de la
fuerza pública; cuando llega el Ejército los guerrilleros se van y se cuidan
entre ellos. Tampoco impiden que lleguen las transnacionales; para conseguir
los recursos que sostengan su ejército, hacen acuerdos con ellas.
Salgan de los territorios indígenas del Cauca. Aléjense de los sitios poblados
y de vivienda. No ataquen más a la población civil. No realicen más ataques que
con toda seguridad van a afectar a la población civil aunque pretendan atacar
solo a la fuerza pública. No usen armas de efecto indiscriminado, como los llamados
tatucos o las minas antipersonales. No se atrincheren en las casas. Díganle a
los milicianos que no guarden armas ni explosivos en las viviendas de las
familias.
Esperamos que las FARC cumplan voluntariamente con estas exigencias de las
comunidades. De cualquier modo las Autoridades, la Guardia Indígena y las
comunidades vamos a seguir liberando nuestros territorios de los actores
armados, que desarmonizan a la Madre Tierra y nuestra vida.
Hace 4 meses le escribimos para que nos hicieran claridad sobre la política
militar de las FARC contra el CRIC, la ACIN y los Cabildos. Seguimos esperando
su respuesta. También le propusimos en esa carta que avancemos en un diálogo
humanitario sobre 4 puntos: No reclutar menores; no utilizar la violencia
sexual contra las mujeres como arma política; no utilizar armas de efecto
indiscriminado (tales como los tatucos y las minas antipersonales); y respetar
la autonomía plena de los gobiernos y organizaciones indígenas. Estamos a la
expectativa de que podamos dar ese debate que necesitamos los indígenas del
Cauca y el país entero.
Comandante Jiménez:
Hay que terminar la guerra. Todos y todas la estamos perdiendo. Fue bueno que
ustedes liberaran a los soldados y policías que tenían retenidos y que
anunciaran el fin del secuestro económico, porque fueron hechos de paz. Pero
hay que ser más audaces y más decididos. Cumplan las exigencias humanitarias
que le estamos haciendo; es un camino básico hacia la paz. Decidan terminar la
guerra y empezar ya una negociación política para terminar el conflicto; es
imprescindible para construir la paz. Entiendan que Colombia es más, mucho más,
que la guerrilla y el ejército, y que la paz debe ser una construcción de todos
y todas las colombianas.
Cuenten con nosotros para la paz. Nunca para la guerra.
CXHAB WALA KIWE - TERRITORIO
DEL GRAN PEUPLO
ASOCIACION DE CABILDOS DEL NORTE DEL CAUCA, ACIN-CXHAB WALA KIWE.
Acciones de resistencia de los hermanos índigenas del Departamento del Cauca (Colombia) en contra del ejército opresor.
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