Por: Horacio Duque Giraldo
Popayan, 27 de julio de 2012.
Popayan, 27 de julio de 2012.
La
metodología utilizada por la oligarquía colombiana para sofocar y decapitar los
movimientos populares es viejísima.
La utilizaron los conquistadores
españoles en el siglo XVI con los aborígenes de todo el territorio, a quienes
engañaban con promesas y artilugios para despues asesinarlos y esclavizarlos.
El levantamiento de los comuneros en el Socorro y Santander, al finalizar el
siglo XVIII, recibió igual tratamiento de la aristocracia colonial hispánica,
que en principio simulo condesendencia y una vez desmovilizados los artesanos
se les torturo y descuartizó de manera inmisericorde.
A los indígenas nasa del Cáuca que
protagonizaron hace pocos días una movilización por la paz y contra la violencia
militar, les estan aplicando el mismo esquema de toda la vida para
desmovilizarlos, confundirlos, derrotarlos y despues irlos desapareciendo con
los grupos paramilitares que se organizan para el efecto.
Les han dicho que se va a negociar, que
sus peticiones serán atendidas por funcionarios muy competentes y comedidos,
como algunos de la Presidencia que hacen parte de las rancias familias
tradicionales de Popayan, especializados en las artes diplomáticas para
engrupir a lideres populares y despacharlos con las manos vacias.
Los procedimientos impuestos por las
comitivas oficiales de Bogotá son parte de una tecnología política de control y
dominación, perfeccionada a lo largo de años, para aplastar los levantamientos
e insurrecciones populares en nuestro país.
Lo primero que hicieron, en pleno auge
de la rebelión, fue ofrecer de todo. Sin embargo, con los días han hecho la
composición optima del escenario negociador para impedir el reconocimiento de
las demandas y reivindicaciones de los Nasa.
Aplazaron las reuniones, estigmatizaron
con los medios, señalaron a los líderes indígenas, como lo hizo el Ministro de
Defensa, de ser infiltrados de la guerrilla, sembraron la confusión entre la
opinión ciudadana para que desistiera de la solidaridad necesaria en estos
procesos, y al tiempo, fueron apareciendo comunicados terroristas y amenazantes
de las Aguilas Negras, una organización paramilitar que supuestamente había
sido desmantelada por Uribe Velez, pero que recientemente aparece,como por arte
de magia, en el lugar que sea, para intimidar la protesta ciudadana y las voces
opositoras al régimen.
Pues bien. Hoy sábado 28 de julio de
2012, los indígenas y sus delegados en las mesas de diálogo y negociación se
han declarado en asamblea permanente en Popayan porque el gobierno de Santos
está evadiendo lo prometido y sus Ministros no comparecen a las sesiones para
consolidar los acuerdos. Solo asisten funcionarios de menor rango y en plan de
dilación para ocasionar el desgaste de las comisiones populares que han planteado
puntos concretos e inmediatos que resuelvan la problemática de violencia
imperante en el Norte del Cáuca, bajó el dominio de un atroz régimen militar
que perturba y lesiona la tranquilidad de la zona.
Las Águilas Negras surgen
sorpresivamente en el transcurso de esta semana para poner su cuota y, mediante
panfletos amenazantes, han ubicado listas públicas de los líderes que serán
asesinados si no abandonan sus viviendas en el menor tiempo posible. Esta
fuerza paramilitar, que ya todo el mundo sabe de donde viene y que papel
cumple, ha ordenado toques de queda, horarios de reclusión en los hogares,
asambleas de advertencia y citaciones a lugares especiales, en los cerros donde
estan los batallones del Plan Espada de Honor, para advertir lo que se viene si
los indigenas no renuncian a sus pliegos y memoriales de peticiones y derechos
fundamentales, como el de la paz, primera preocupación de la mayoría de los
pobladores de Corinto, Miranda, Jambalo, Santander de Quilichao y Tacueyó.
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