En La parroquia La Pastora,
afortunadamente todavía contamos con nuestros amigos de cabello blanco, los
cuales comenzaron muy jóvenes, pero muy jóvenes, la lucha por proteger lo que consideramos
nuestro, es por ello que hoy son un
referente vivo, nuestra JUNTA DE
CONSERVACIÓN Y PRODEFENSA DE LA PASTORA, impulsada por nuestro recordado
Doctor Adolfo Blanco Adrianza quien en los años setenta ya comprometido con ese
sentimiento de sembrar conciencia en el pastoreño prestaba su casa (de San
Vicente a Medina, frente a la escuela Vaamonde, Centro Cultural Gustavo Meyrink) en función de que se dieran unas
cátedras de ecología con respecto a los valores naturales de nuestra parroquia.
A este hermoso recuerdo le debemos a que hoy por hoy todavía quede gente que
acompañó e impulsó tan bello sueño, como son su Junta Directiva, conformada por
las queridísimas hermanas Millán y su presidente el General Simón Figuera Pérez
quien a pesar de no vivir en la parroquia mantiene su preocupación demostrando
tristeza cuando ve el deterioro de la misma, más, aproximadamente unos 15
miembros de diferentes sectores que se reúnen todavía con el tema “¿que
podemos hacer con los problemas que aquejan a nuestra parroquia?”; todo esto para decir que es
lamentable que las personas que asumen cargos de gobierno en nuestra parroquia,
que deberían facilitar la ejecución de los proyectos emanados de las comunidades
pastoreñas, no se apoyan en tal referente y hagan caso omiso de tan buen
ejemplo y tan bella historia; está aquí la crisis organizativa que atraviesa
hoy nuestra parroquia liderizada por gente que no le duele nuestras luchas o no
les interesa. El movimiento revolucionario más preciado que ha tenido la misma
se dio en los años setenta cuando gente de todos los partidos, de todas las
religiones, de todas las herencias extranjeras, de todos los colores, del casco
histórico o no, se reunió con una sola visión: la de impedir que convirtieran a
nuestra parroquia en una jungla de cemento como lo es hoy la parroquia San José
del Ávila, quien no continuó su lucha y miren lo que es; esto para decir que
nosotros también, de no haber sido por ese sentimiento que hoy está en decadencia,
estuviéramos llenos de edificios y de pronto ni para el beneficio nuestro. Hago
un llamado al alto gobierno a meter la lupa en La Pastora. Aquí los grandes
proyectos no se concretan, no hay un proyecto que termine tal como fue
aprobado, ni ningún dirigente de los que hoy se definen rojo-rojitos que nos
permita denunciar tales irregularidades dentro de la parroquia. Por eso acudimos
a este nuestro medio, para que sirva de
mediador o conscientizador, ante tal amenaza para nuestros valores, los cuales
son bastantes y muy diversos. Señores del alto gobierno, el equipo político de La
Pastora miente cuando dice que aquí todo está bien, eso es falso, queremos que
nos den explicación sobre proyectos que manejan ellos y no se concretan. Por
ejemplo, el traslado de la Escuela Albertina
Andressen al antiguo galpón de Ipostel (El Polvorín) recurso que ya
fue bajado hace dos años, depositado en el Consejo Comunal Casco Central II y que no se dice nada de tal proyecto; la
culminación de la restauración del Ambulatorio
José Izquierdo frente a la Plaza Andres
Eloy Blanco (Plaza del Polvorín) y muchísimos más…
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