viernes, 15 de junio de 2012

Organización con más años de trabajo social en la parroquia La Pastora

Por: Zaida Mujica, miembro de la comunidad de Puerta de Caracas y del Colectivo Cultural Toromayma

En La parroquia La Pastora, afortunadamente todavía contamos con nuestros amigos de cabello blanco, los cuales comenzaron muy jóvenes, pero muy jóvenes,  la lucha por proteger lo que consideramos nuestro,  es por ello que hoy son un referente vivo, nuestra JUNTA DE CONSERVACIÓN Y PRODEFENSA DE LA PASTORA, impulsada por nuestro recordado Doctor Adolfo Blanco Adrianza quien en los años setenta ya comprometido con ese sentimiento de sembrar conciencia en el pastoreño prestaba su casa (de San Vicente a Medina, frente a la escuela Vaamonde, Centro Cultural Gustavo Meyrink) en función de que se dieran unas cátedras de ecología con respecto a los valores naturales de nuestra parroquia. A este hermoso recuerdo le debemos a que hoy por hoy todavía quede gente que acompañó e impulsó tan bello sueño, como son su Junta Directiva, conformada por las queridísimas hermanas Millán y su presidente el General Simón Figuera Pérez quien a pesar de no vivir en la parroquia mantiene su preocupación demostrando tristeza cuando ve el deterioro de la misma, más, aproximadamente unos 15 miembros de diferentes sectores que se reúnen todavía con el tema “¿que podemos hacer con los problemas que aquejan a nuestra parroquia?”;  todo esto para decir que es lamentable que las personas que asumen cargos de gobierno en nuestra parroquia, que deberían facilitar la ejecución de los proyectos emanados de las comunidades pastoreñas, no se apoyan en tal referente y hagan caso omiso de tan buen ejemplo y tan bella historia; está aquí la crisis organizativa que atraviesa hoy nuestra parroquia liderizada por gente que no le duele nuestras luchas o no les interesa. El movimiento revolucionario más preciado que ha tenido la misma se dio en los años setenta cuando gente de todos los partidos, de todas las religiones, de todas las herencias extranjeras, de todos los colores, del casco histórico o no, se reunió con una sola visión: la de impedir que convirtieran a nuestra parroquia en una jungla de cemento como lo es hoy la parroquia San José del Ávila, quien no continuó su lucha y miren lo que es; esto para decir que nosotros también, de no haber sido por ese sentimiento que hoy está en decadencia, estuviéramos llenos de edificios y de pronto ni para el beneficio nuestro. Hago un llamado al alto gobierno a meter la lupa en La Pastora. Aquí los grandes proyectos no se concretan, no hay un proyecto que termine tal como fue aprobado, ni ningún dirigente de los que hoy se definen rojo-rojitos que nos permita denunciar tales irregularidades dentro de la parroquia. Por eso acudimos a este nuestro medio, para que sirva de mediador o conscientizador, ante tal amenaza para nuestros valores, los cuales son bastantes y muy diversos. Señores del alto gobierno, el equipo político de La Pastora miente cuando dice que aquí todo está bien, eso es falso, queremos que nos den explicación sobre proyectos que manejan ellos y no se concretan. Por ejemplo, el traslado de la Escuela Albertina  Andressen al antiguo galpón de Ipostel (El Polvorín) recurso que ya fue bajado hace dos años, depositado en el Consejo Comunal Casco Central II  y que no se dice nada de tal proyecto; la culminación de la restauración del Ambulatorio José Izquierdo frente a la Plaza Andres Eloy Blanco (Plaza del Polvorín) y muchísimos más…

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